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Energías Renovables.

Bajo la denominación de energías renovables, alternativas o blandas, se engloban una serie de fuentes energéticas que a veces no son nuevas, como la leña o las centrales hidroeléctricas, ni renovables en sentido estricto (geotermia), y que no siempre se utilizan de forma descentralizada y su impacto ambiental puede llegar a ser importante, como los embalses para usos hidroeléctricos o los monocultivos de biocombustibles.

A lo largo del siglo XX, las sociedades más desarrolladas o industrializadas aumentaron exponencialmente la disponibilidad de energía debido a la explotación de los recursos no renovables, particularmente de los hidrocarburos, actualmente estos energéticos representan más del 20% del consumo mundial de energía, lo cual acarrea consigo un amplio número de daños ambientales y conflictos internacionales.

No obstante, en las últimas dos décadas, la comunidad internacional ha fomentado la generación de energía de fuentes alternativas para reducir la dependencia del petróleo, en este sentido se reconsideró el aprovechamiento de la energía solar y sus diversas manifestaciones secundarias tales como la energía eólica, hidráulica y las diversas formas de biomasa (biocombustibles), generando una política de aprovechamiento de este conjunto de energías renovables.

En México la principal fuente de energía que por sus costos y procesos administrativos ha resultado más viable y económicamente rentable, es la cosecha de energía eólica, debido a que existen amplias regiones de México, particularmente en el Norte y Sureste, que registran alto potencial de desarrollo para la instalación de aerogeneradores o molinos, para los cuales se diseñan parques de cosecha los cuales requieren grandes extensiones de superficie, que en la mayoría de las veces está cubierta de vegetación forestal y son hábitat de un amplio número de especies silvestres, terrestres y aéreas.
Es por ello que la realización de este tipo de proyectos requiere de una cuidadosa valoración de los posibles impactos ambientales generados en las diversas etapas de desarrollo, para lo cual se hace necesario la ejecución de estudios ambientales "in situ", con el objetivo de identificar las especies silvestres y diagnosticar sus condiciones y estatus de protección conforme a la normatividad aplicable, a fin de presentar a las autoridades ambientales todos los elementos de información suficientes para la toma de decisiones.

Para este contexto Terranova Consorcio Ambiental ofrece diversos servicios ambientales y gestiones administrativas con la finalidad de generar alternativas de desarrollo en armonía con el ambiente y que se materialicen en proyectos productivos ambientalmente sustentables.

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